Una costa interminable salpicada de playas tranquilas. Un puñado de pueblos pesqueros pintorescos en cuyos puertos descansan coloridos veleros. Faros que al caer la noche iluminan el mar cantábrico, y medio millón de almas que sabemos son importantes para Ti, Señor.
Nada puede escapar de tu amor, toda tu creación es un reflejo de él. Eres compasivo, misericordioso y paciente, más allá de lo que podemos comprender y mucho más allá de lo que jamás podremos merecer.
Clamamos a ti de nuevo, Señor, por la hermosa región de Cantabria, escondida entre las montañas y el mar. Pedimos por los cántabros, tú los conoces por nombre. Muéstrales tu poder y misericordia como el Buen Pastor, para que puedan disfrutar de tu salvación y descansar en tu perdón. Te pedimos por los pueblos sin testimonio evangélico en Cantabria. Manda obreros Señor y toca los corazones de aquellos que aún no te conocen para que pronto veamos allí iglesias con muchos hijos tuyos nacidos de nuevo.
Señor, tú eres su única esperanza, el faro que los guiará a casa. Que tu luz brille y los atraiga. En el nombre de Jesús, amén.