Dice la Historia que Aragón fue un Reino allá por la Edad Media, que tenía control de gran parte del Mar Mediterráneo, fue la temida Corona de Aragón.

Hoy, muchos años después, Aragón es una comunidad autónoma de las más extensas y despobladas, situada al norte de España, formada por tres provincias: Huesca, Teruel y Zaragoza.

Muchas leyendas pueblan estas tierras, y tan interesantes que ni Gustavo Adolfo Bécquer se pudo resistir a recoger alguna en sus escritos. Nacen aquí “Los amantes de Teruel”, que nada tienen que envidiar a otros jóvenes amantes llamados Romeo y Julieta, y es que ya entonces eran apasionados los aragoneses.

Aquí se trabaja bien, con esfuerzo y paciencia, ya que no hay otra forma de trabajar el campo. Sin embargo, las nuevas generaciones se encuentran en búsqueda de la constante modernización que demandan los tiempos. Zaragoza, la capital, hace visible esa transformación y contrastes, ya que a pocos pasos de una basílica centenaria se levanta el nuevo complejo empresarial más moderno de la comunidad. El cambio ha llegado y sus gentes tratan de integrarlo.

Aragón limita al norte con los Pirineos, y al sur con el sistema ibérico, dando lugar al valle del Ebro. Durante el invierno, de todas partes de España se acercan familias a esquiar en sus montañas, y si asoma el buen tiempo, a buscar descanso en la tranquilidad de su clima templado y espectaculares paisajes. Alegres y sencillos, como su música y bailes, pero son pocos todavía los aragoneses que han conocido al Rey de los Siglos.

Pidamos a Dios que abra puertas para el avance del Evangelio en Aragón, de modo que muchos encuentren la esperanza de la vida eterna y descubran el poder de la Palabra de Dios.